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El mundo Mundial 1: La fábrica de ficciones
Fue un hondo drama humano: un joven arquero jugaba el partido de su vida -la final de la Champions Liverpool contra el Real Madrid- y cometió dos errores ridículos, que destruyeron a su equipo y lo llevaron a perder 3 a 1. El joven arquero -alemán, para colmo había fallado en el momento decisivo.