Wall Street perdió hoy el impulso y cerró con pérdidas, apabullado por el repunte en la rentabilidad de los bonos del Tesoro luego de que la Reserva Federal diera más señales de un posible ajuste de los tipos de interés.
Wall Street terminó hoy con sus principales indicadores en rojo, contagiada por el desánimo que generó entre los inversores el revés que sufrió el gigante minorista Walmart y al encender de nuevo las alertas por los bonos del Tesoro.
El cuarto día consecutivo de ganancias del S&P 500 tuvo un regreso de la mentalidad del "miedo a perdérselo", que acompañó el repunte de Wall Street en los últimos meses hasta el derrumbe de la semana pasada que lo dejó en terreno de corrección.
Los augurios de una debacle en el parqué neoyorquino, sacudido desde comienzos de febrero por una ola de pérdidas atribuida al temor de los inversores ante un ahora confirmado aumento de la inflación, quedaron postergados en una sesión que discurrió mayoritariamente con rumbo positivo.
Wall Street llegó a buen puerto al cierre de la sesión de hoy con todos sus indicadores al alza, mientras crece la expectativa en los mercados por el anuncio oficial sobre la inflación en Estados Unidos en enero pasado.
Las palabras de Powell son las primeras que pronuncia después de que la pasada semana Wall Street registrase abruptas caídas e inquietud generalizada, al cerrar con un descenso en su principal indicador, el Dow Jones de Industriales, del 5,2 %, el mayor en dos años.
Las malas noticias en las Bolsas -con dos días la semana pasada en los que Wall Street perdió más de 1,000 puntos- fuerzan a buscar nuevos refugios. En solo cuatro días, los inversores han sacado del poderoso fondo SPDR S&P 500 el récord de 17,400 millones de dólares.
Así el Dow Jones recuperó 330,44 puntos o un 1,38 % en la jornada, el selectivo S&P 500 subió un 1,49 % y el índice Nasdaq avanzó un 1,44 % después de las pérdidas del pasado lunes y ayer en la que ha sido considerada peor semana en los dos últimos años.
A pesar de la jornada de ganancias que tuvo hoy, Wall Street cerró la semana con el retroceso semanal más pronunciado desde hace dos años, en una caída que se arrastra desde el viernes pasado y que impactó con fuerza desde entonces.
Esta semana invertir en Wall Street requería de unos nervios de acero. Los mercados estadounidenses se han subido a una montaña rusa que hacía subir y bajar las acciones durante toda la sesión. El lunes perdió, de un plumazo, 1.175 enteros, el mayor batacazo en puntos de la historia.
Wall Street remontó hoy a última hora y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, avanzó un 1,38 %, poniendo fin a una agitada semana con un retroceso acumulado del 5,20 %, el mayor en algo más de dos años.
La volatilidad de las bolsas de Nueva York castigó un día más a la plaza de Sao Paulo, que cerró su quinta jornada semanal con una baja del 0,78 % y su índice Ibovespa, referencia del parqué, se sitúo en los 80.899 puntos, el nivel más bajo de la semana.
Amazon.com Inc está buscando arrendar un almacén de 50,000 metros cuadrados en las afueras de Sao Paulo, dijeron a Reuters personas cercanas al asunto, en momentos en que la empresa estadounidense intensifica su avance en el mayor mercado minorista de Latinoamérica.
El índice Dow Jones volvió a tomar este jueves con fuerza la tendencia a la baja y cerró la sesión con una caída del 4,1%, tras dejarse por el camino 1.033 puntos. Es el segundo mayor desplome en la historia del índice y se colocó así por debajo de los 24,000 puntos.
Las criptomonedas aparecieron en 2009 y se estima que solo un pequeño grupo que participaron desde sus inicios tiene la mayor parte de la riqueza, pese a que se introdujo como un modelo que iba a democratizar el sistema financiero.
Tras una semana de turbulencia despiadada, los inversores están preocupados respecto a si una nueva ráfaga de volatilidad extrema podría desembocar eventualmente en una segunda ola de ventas, en momentos en que estrategias de inversión populares durante años parecen llegar a su fin.
En una jornada volátil, los papeles preferenciales de la estatal Petrobras, la mayor empresa de Brasil, fueron los más negociados en la plaza paulista y cerraron la jornada con una caída de un 2,01 %, tras una nueva caída del precio del petróleo en el mercado internacional.
Las acciones en Estados Unidos se han liquidado fuertemente este mes por la preocupación de que el aumento de la inflación salarial pueda obligar a la Fed a ajustar su política monetaria más rápidamente. Pero los mercados se han calmado y recuperado algo de terreno en los últimos dos días.
Aunque los retornos de los bonos han retrocedido desde sus máximos, siguen estando elevados y no se espera que regresen a mínimos previos. Aún así, la caída de las bolsas tuvo un efecto muy limitado en los mercados cambiarios, dejando intacta la tendencia bajista del dólar.
Estos datos llevaron a los inversores a vender de manera masiva ante la perspectiva de que la Reserva Federal (Fed) se viese obligada a elevar los tipos de interés a un ritmo más acelerado del previsto ante un inminente alza de la inflación.
