Tras los ataques del 11 de septiembre de 2001, el presidente George W. Bush declara la guerra contra el terrorismo y exige al talibán, movimiento islamita gobernante en Afganistán, que entregue al presunto autor de los ataques, Osama Bin Laden.
Durante toda su vida, los niños en Estados Unidos no han conocido otra cosa más que un país que está en guerra. La guerra ha pasado a ser, en los 10 años desde el 11 de septiembre de 2001, parte integral y ordinaria de la vida cotidiana en Estados Unidos.
La Comisión Europea excluyó este jueves una salida de Grecia de la Eurozona, tras los llamados de Holanda a expulsar a los países miembros que no cumplen con las reglas de la unión monetaria.
Diez años después, el jefe de los bomberos de Nueva York aún recuerda con emoción a "sus hombres" muertos tras los atentados de 2001 y recalca los esfuerzos de las autoridades para ayudar a quienes sobrevivieron, pero califica de "grave error" la guerra en Irak.
Aunque aún tímidos, carteles de publicidad comercial compiten con vallas o muros de lemas revolucionarios en las calles de de Cuba, reaparecidos ahora que miles de pequeñas empresas emergen de la economía subterránea con las reformas de Raúl Castro.
En algún momento, las tareas laborales de Tim O'Shaughnessy, el presidente ejecutivo de LivingSocial Inc., incluían sacar la basura. Ahora, a los 29 años, conduce una empresa de comercio electrónico con 3,500 empleados.
Mucho se ha escrito sobre cómo las personas jóvenes, en reacción a la "década perdida" de rentabilidad bursátil en Estados Unidos, se están alejando de las acciones siguiendo las huellas de quienes experimentaron la crisis de 1929 y la Gran Depresión.
Al igual que muchos de sus compañeros de trabajo, Antonio estaba en Estados Unidos de manera ilegal, como parte de los millones de inmigrantes que trabajan a la sombra de la economía formal. De los 73 empleados de Windows on the World que murieron ese día, 34 eran hispanos.
Tras ser una llaga abierta durante años, el barrio donde se alzaban las Torres Gemelas en Nueva York ha recuperado su animación, con nuevos hoteles, restaurantes y una multitud de turistas que quiere descubrir el memorial que se construye en el sitio devastado una década atrás.
El atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de setiembre de 2011, obsesiona a autores de cómics en el mundo entero que reflejan, en historietas animadas y novelas gráficas, el traumatismo causado por esos ataques.
Guerras en el exterior y amenazas nucleares son parte de la idiosincrasia de Estados Unidos, pero quienes eran niños cuando unos extraños derribaron con aviones de pasajeros dos rascacielos en Nueva York el 11 de septiembre de 2001, crecieron con héroes y villanos reales en su país.
A lo largo de los últimos 10 años, México se transformó de ser un "socio" en la lucha antiterrorista de Estados Unidos a nivel internacional, a un país que requiere ser rescatado con algunas de las mismas estrategias diseñadas por Washington para combatir el "terror".
La violencia y la discriminación son moneda corriente en los sistemas de justicia para jóvenes en el continente, denunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en un informe divulgado el miércoles.
Impotente, repasa el paso de la tormenta Irene: paredes de madera reventadas, electrodomésticos estropeados, muebles empapados, suelo contaminado. El agua inundó completamente su sótano el sábado 28 de agosto.
Estilos de vida más saludables y una mejor alimentación podrían prevenir hasta 2.8 millones de casos de cáncer por año, señaló el miércoles el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer, que además instó a los gobiernos a "evitar un desastre de salud pública".
Estados Unidos siguió adelante. Pero para los presidentes que dirigen al país, el 11 de septiembre nunca termina. Las repercusiones del peor ataque terrorista en la historia estadounidense perduran.
La presión sobre los recursos de suelo del planeta y la degradación de las tierras amenazan la seguridad alimentaria mundia, alertó hoy el director general de la FAO, Jacques Diouf. Por ello Diouf pidió "un renovado esfuerzo internacional para garantizar suelos fértiles.
Fue un ataque catastrófico que se vivió en directo en televisión hace 10 años, dejando absorto durante días a un país horrorizado. Pero las películas posteriores que invitaban a la reflexión han sido en gran parte evitados por la audiencia estadounidense.
Todos en Estados Unidos recuerdan dónde estaban y qué hacían cuando se enteraron del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York: diez años después de un día infame que marcó para siempre la historia del país, la AFP consultó a distintas personas sobre cómo lo vivieron.
Los turistas se lanzan a Times Square en busca de las luces brillantes y los espectáculos de Broadway. Allí se encuentran con otro espectáculo: policías con cascos y ametralladoras vigilando la estación de metro pendientes de posibles agresores u hombres armados.
Es una imagen difícil de olvidar: la Bolsa de Nueva York cerrada durante las cuatro sesiones bursátiles posteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre, mientras los incendios arreciaban en lo que quedaba del cercano World Trade Center.
Frente al Mediterráneo, en unas 800 tumbas de cemento barridas por el viento en medio de dunas de arena blanca, reposan los soldados de Muamar Gadafi muertos durante la batalla de Misrata, tercera ciudad libia asolada por seis meses de encarnizados combates.
La dura faena de Raimundo transcurre cada día entre los largos tallos de ricino que planta en su pequeña parcela de tierra en un pueblo del nordeste brasileño, cuyo fruto tóxico sirve para fabricar biocombustibles, la gran apuesta energética del gigante sudamericano.
Cuando Warren Buffett empieza a cobrar los intereses de los préstamos de último recurso a los más aporreados de Wall Street, como hizo la semana pasada con una inversión de US$5,000 millones en Bank of America Corp., me pongo nervioso.
Una seguidilla de grandes noticias sacudieron a los mercados. Los enormes movimientos diarios de las acciones y las preguntas existenciales tuvieron lugar con una frecuencia alarmante.
"Si ves algo, di algo". El mensaje oficial antiterrorista del gobierno estadunidense se repite en carteles, anuncios en las estaciones de metro, en los medios, mientras cada vez más cámaras graban los movimientos de ciudadanos, y en los aeropuertos son sujetos a múltiples inspecciones.
Los siguientes son extractos de las nuevas memorias del ex vicepresidente de Estados Unidos Dick Cheney In My Time -En mi tiempo- publicadas por Threshold Editions, una división de Simon & Schuster Inc.
Estados Unidos conmemora el domingo el décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre, el atentado más duro de su historia que dejó unos 3,000 muertos y se ha convertido en una marca imborrable en el inconsciente colectivo de sus ciudadanos.
En la elevada y calurosa Sierra Madre, la ciudad de Saltillo está muy distante de Wall Street. Unas cabras disecadas vigilan a los clientes de una vaquera, tienda para rancheros, donde los empleados de las plantas automotrices locales guardan sus pesos en botas de piel.
El presidente ejecutivo de Commerzbank, Martin Blessing, dijo el martes que los gobiernos de los países en crisis de la zona euro, como Italia, tienen que doblar sus esfuerzos para reducir su deuda y para que las medidas de rescate tengan éxito.
La teniente estadounidense Holly Kellmurray, destacada en la base afgana de Bagram, recuerda que el 11 de septiembre de 2001 tenía solo 13 años. Ese día, impactada por el atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York, decidió que se enrolaría en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Muchos aspectos de una compañía pueden proyectar halos. Es más probable que los consumidores que saben que una compañía es altamente rentable estén más inclinados a creer que sus productos son de alta calidad y que su publicidad es honesta.
La economía del negocio editorial está cambiando con tanta rapidez que la industria apenas luce como lo hacía hace seis meses. La era de las supertiendas de libros, con sus ventanales y mesas abarrotadas, está desvaneciéndose.
No todas las empresas están dirigidas por un visionario como Steve Jobs, el recientemente retirado presidente ejecutivo de Apple Inc. Sin embargo, casi todas necesitan desarrollar nuevas ideas para no perder relevancia.
En los 10 años transcurridos desde los atentados del 11 de septiembre, Washington desató una "Operación Cóndor estadunidense" a escala global, guerras contra varios países, supresión de la disidencia interna, espionaje doméstico y anulación de garantías constitucionales.
