El gobierno del presidente estadounidense Donald Trump se encuentra en una encrucijada crítica de su plan para reforzar las sanciones petroleras de Estados Unidos en contra de Irán y Venezuela.
Estados Unidos reimpuso sanciones sobre Irán en noviembre después de retirarse del acuerdo nuclear del 2015 entre Teherán y seis potencias mundiales. Dichas sanciones ya han recortado más de la mitad de las exportaciones iraníes, la mayor fuente de ingresos del país.
Los precios del petróleo subieron un 1 por ciento, debido a que combates en Libia y menores envíos de Venezuela e Irán generaron preocupaciones sobre una disminución de la oferta global, pero la incertidumbre en torno a los recortes de producción liderados por la OPEP limitó las ganancias.
El gobierno del presidente brasileño Jair Bolsonaro anunció el martes un paquete financiero cuyo objetivo es prevenir una posible huelga de camioneros.
Las pérdidas fueron limitadas por un ajuste de los suministros mundiales, ya que la producción ha disminuido en Irán y Venezuela ante las señales de que Estados Unidos endurecerá aún más las sanciones a estos dos productores que integran la OPEP.
Funcionarios financieros mundiales dijeron el sábado que los riesgos el crecimiento económico global están “escorados a la baja” por factores como las tensiones comerciales, la incertidumbre política y el repentino ajuste de las condiciones financieras.
El ministro de petróleo de Irán dijo el domingo que el equilibrio entre oferta y demanda en el mercado global es frágil debido a la sanciones de Estados Unidos contra Teherán y Caracas y las tensiones en Libia, al tiempo que advirtió las consecuencias de un incremento en la presión contra su país.
Cuba se prepara para afrontar un nuevo periodo de escasez y penurias económicas. Y, otra vez, resistir es la principal consigna. Lo ha dicho bien claro el primer secretario del Partido Comunista, Raúl Castro, eso sí, intentando tranquilizar a la población.
Rusia y la OPEP podrían decidir impulsar su producción para pelear cuotas de mercado frente a Estados Unidos, pero los precios podrían caer tan bajo como 40 dólares por barril, dijo la agencia de noticias rusa TASS, citando al ministro de Finanzas Anton Siluanov, el sábado.
Los precios del cobre subieron el viernes, ya que la debilidad del dólar y datos robustos sobre los nuevos créditos en China reforzaron la expectativa de una demanda saludable del metal industrial para el segundo trimestre.
El Brent ganó 99 centavos, o un 1,4 por ciento, a 71,82 dólares por barril y el West Texas Intermediate (WTI) sumó 66 centavos, o un 1 por ciento, a 64,24 dólares el barril. Ambos iban camino a una ganancia semanal de 2 por ciento, la tercera seguida del Brent y la sexta para el WTI.
La brasileña Petrobras canceló el viernes un alza de los precios del diésel, en momentos en que el presidente Jair Bolsonaro pidió precios “justos”, lo que asustó a los inversores por la interferencia política en la petrolera estatal.
Chevron informó el viernes que comprará Anadarko Petroleum por 33,000 millones de dólares en efectivo y acciones. La empresa dijo que busca fortalecerse en la exploración de aguas profundas en el golfo de México y en la Cuenca Pérmica, una región rica en combustibles en el suroeste de Texas.
Los precios del petróleo cayeron el jueves, después de que fuentes de la OPEP dijeron que el grupo podría elevar su producción desde julio si los suministros de Venezuela e Irán siguen disminuyendo y los precios subiendo.
La OPEP podría elevar su producción petrolera desde julio si el suministro de Venezuela e Irán sigue cayendo y los precios siguen subiendo, ya que una ampliación del pacto de reducción del bombeo con Rusia y otros aliados podría ajustar en exceso al mercado.
El número de estadounidenses que presentó pedidos de subsidios por desempleo bajó a su menor nivel en 49 años y medio la semana pasada, apuntando a una fortaleza sostenida del mercado laboral que podría moderar las previsiones de una fuerte desaceleración del crecimiento económico.
Los precios al consumidor en Estados Unidos tuvieron en marzo su mayor alza de más de un año, pero la inflación subyacente se mantuvo benigna ante la desaceleración en el crecimiento económico, tanto dentro del país como a nivel global.
Los futuros del referencial internacional Brent ganaron 1,12 dólares, o un 1,59 por ciento, a 71,73 dólares el barril, luego de tocar un máximo de cinco meses a 71,78 dólares. El West Texas Intermediate subió 63 centavos, o un 0,98 por ciento, a 64,41 dólares por barril.
La inflación de Venezuela continuó desacelerándose en marzo, cuando se ubicó en un 18,1 por ciento, pero se mantuvo en 1,6 millones por ciento interanual, dijo el miércoles la Asamblea Nacional controlada por la oposición.
Venezuela dijo a la OPEP que su producción de crudo se hundió el mes pasado a un nuevo mínimo de largo plazo debido a las sanciones de Estados Unidos y a los cortes de energía que ha sufrido, lo que exacerbó el impacto de las reducciones al bombeo impulsadas por el grupo.
