El petróleo se había recuperado ante el optimismo provocado por una potencial recuperación de la demanda de combustible, en momentos en que los productores han reducido el bombeo para disminuir el exceso de suministros registrado durante el brote de la enfermedad.
GPB Global Resources BV, un socio de la petrolera estatal PDVSA, recibió por lo menos dos cargas de crudo venezolano en los últimos meses como parte de un acuerdo para saldar la deuda pendiente de su proyecto Petrozamora, según dos fuentes y un documento de envío visto por Reuters.
Irak aún no ha informado a sus compradores regulares de petróleo de los recortes a sus exportaciones, lo que sugiere que le es complejo implementar totalmente el acuerdo de la OPEP con Rusia y otros productores para una baja récord de suministro, dijeron operadores y fuentes del sector.
Los inventarios de crudo aumentaron en 8,4 millones de barriles en la semana al 1 de mayo, a 518,6 millones de barriles, en comparación con las expectativas de analistas de un incremento de 7,8 millones de barriles.
El petróleo caía a cerca de 26 dólares por barril el viernes, debido a que el mercado era lastrado por la débil demanda debido a la crisis del coronavirus y un exceso de suministros, incluso a pesar de que la OPEP y sus aliados iniciaron recortes récord a su producción.
Los precios del petróleo subieron más de un 10% porque las existencias de crudo en Estados Unidos crecieron menos de lo esperado y las de gasolina bajaron inesperadamente, alentando la expectativa de que el consumo de combustible se recuperará a medida que países alivien las restricciones.
Los precios del petróleo en Estados Unidos cerraron el martes con una baja cercana al 3%, debido a que se esperaba que los inventarios suban cerca de un récord en momentos en que el espacio para almacenamiento es escaso, pese a los planes para reducir la producción durante la pandemia de COVID-19.
El Brent cayó el lunes bajo los 20 dólares por barril y el contrato WTI se hundió un 25%, debido a las preocupaciones sobre la escasa capacidad de almacenamiento, especialmente en Estados Unidos, y el estancamiento económico global causado por la pandemia de coronavirus.
Al incrementarse la presión del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump sobre Nicolás Maduro, el mandatario venezolano ha recurrido a Irán para que lo ayude a reactivar una añeja refinería a fin de evitar que el país sudamericano se quede sin gasolina.
Los precios del crudo Brent subieron tras dos días de pérdidas y los futuros del WTI escalaron el miércoles, impulsados por esperanzas de recortes adicionales al bombeo de los productores de la OPEP y de que los inventarios en Estados Unidos fueron menores a lo esperado.
El crudo estadounidense cayó este lunes casi un 20%, por debajo de los 15 dólares el barril en Asia, un nuevo mínimo en más de dos décadas, debido al desplome de la demanda mundial provocado por la pandemia de coronavirus.
Los precios del petróleo cerraron el viernes de forma dispar, ya que débiles cifras económicas de China y el rápido almacenamiento de crudo en Estados Unidos contrarrestaron el optimismo generado por el anuncio de Donald Trump sobre una reapertura de la actividad económica en el país.
Los reportes emitidos el miércoles se dan a conocer en momentos en que millones de estadounidenses se han quedado sin trabajo y son la evidencia más sólida hasta ahora de que la economía atraviesa por una profunda recesión, posiblemente dirigiéndose hacia una depresión.
El crudo WTI se desplomó el miércoles a un mínimo de 18 años y el barril de Brent cayó un 6%, después de que Estados Unidos reportó la mayor acumulación de inventario semanal de petróleo de la que se tenga registro, cuando se espera que la demanda global caiga a mínimos de un cuarto de siglo.
El mayor recorte artificial en la oferta global de crudo de la historia no basta para contener el huracán en el que está instalada la madre de todas las industrias extractivas.
Las existencias de petróleo, gasolina y destilados subieron fuertemente la semana pasada, según datos publicados el martes por Instituto Americano del Petróleo
La caída de los precios del crudo el lunes mostraba que los productores petroleros aún deben superar obstáculos pese a los recortes récord al bombeo que acordaron, mientras la pandemia de coronavirus SARS-CoV2 destruye la demanda y eleva las existencias, dijeron observadores de la industria.
La guerra de precios del crudo entre potencias petroleras del mundo reduce drásticamente el margen financiero del gobierno de Venezuela, un miembro de OPEP en crisis por fuertes sanciones de Estados Unidos y un menor bombeo justo cuando enfrenta la pandemia del coronavirus.
La OPEP y sus aliados están trabajando en un pacto para realizar un recorte sin precedentes a la producción petrolera equivalente a cerca del 10% del suministro global, dijo una fuente del cartel después de que el presidente de Estados Unidos pidió el fin de la liquidación causada por la pandemia.
Gerson Pabón, un agricultor que produce papas y zanahorias en Venezuela, lleva días con el temor de perder sus cosechas en el fronterizo estado Táchira porque los intermediarios a los que les vende no encuentran gasolina para llevarlas a Caracas.
