La Organización de Países Exportadores de Petróleo, Rusia y otros aliados, un grupo conocido como OPEP+, retrasó las conversaciones sobre la política de producción del próximo año al jueves, ya que los principales actores aún no se habían puesto de acuerdo, según fuentes.
El aumento de la producción de Libia también está contribuyendo a las preocupaciones sobre un exceso de suministro en el mercado. El país, que es miembro de la OPEP y está exento de los recortes, ha sumado más de 1,1 millones de barriles por día a su bombeo desde principios de septiembre.
Los precios del crudo están operando en sus niveles más altos desde principios de marzo, respaldados por una confianza positiva del mercado como resultado de las noticias sobre las vacunas y una fuerte demanda petrolera en Asia”, dijo Giovanni Staunovo, analista de UBS.
AstraZeneca dijo el lunes que su vacuna contra el COVID-19 tuvo una eficacia del 70% en las pruebas y que podría mejorar hasta el 90%, aportando un tercer tratamiento en la lucha contra la pandemia. El anuncio se conoció tras los positivos resultados de Pfizer/BioNTech y Moderna.
Las petroleras rusas más pequeñas planean bombear más crudo este año, a pesar de un acuerdo global para reducir la producción, debido a que tienen poco espacio para gestionar la extracción desde campos en puesta en marcha, dijo el viernes un grupo que representa a los productores.
Los precios del petróleo subieron el viernes y sellaron su tercer avance semanal consecutivo, alentados por los exitosos resultados de ensayos de vacunas contra el COVID-19, aunque las nuevas restricciones en varios países por rebrotes virales limitaron las ganancias del barril.
Las preocupaciones sobre el daño económico relacionado con el coronavirus eclipsaron las noticias optimistas de que Pfizer PFE.N y BioNTech 22UAy.DE buscarán autorización en Estados Unidos y Europa para sus vacunas contra el COVID-19 el próximo mes.
El lunes, el Brent cerró en un máximo de 10 semanas luego del anuncio de Moderna Inc. de que su vacuna contra el coronavirus tenía una efectividad del 94,5%. Eso siguió a noticias similares de Pfizer Inc la semana pasada.
Tanto el WTI como el Brent ganaron más de un 8% la semana pasada por la esperanza de una vacuna y la expectativa de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, incluida Rusia, mantengan una producción más baja el próximo año para apoyar los precios.
Autoridades europeas advirtieron contra la complacencia ante el COVID-19 y dijeron que las medidas para controlar un aumento en las infecciones a medida que se acerca el invierno boreal deben permanecer vigentes pese a las esperanzas de que nuevas vacunas puedan controlar la pandemia.
El crudo rebotó nuevamente el martes por la tarde después de que el director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, Anthony Fauci, dijera que dosis de la vacuna estarán disponibles para las personas con mayor prioridad en diciembre.
“El complejo petrolero se está uniendo a la euforia alcista de los titulares optimistas de las vacunas de hoy, así como a los resultados de las elecciones del fin de semana, al seguir el alza de las acciones”, dijo Jim Ritterbusch, de Ritterbusch and Associates en Houston.
En las elecciones estadounidenses, el candidato presidencial demócrata Joe Biden tomó la delantera sobre el presidente Donald Trump en Georgia y Pensilvania el viernes, acercándose a ganar la Casa Blanca mientras un puñado de estados continúan contando los votos.
“A pesar de algunos datos sorpresivamente alcistas sobre el crudo esta semana, el mercado del petróleo todavía tendrá que hacer frente a una gran incertidumbre en torno a la demanda relacionada con el COVID-19”, dijo Jim Ritterbusch, presidente de Ritterbusch and Associates en Galena, Illinois.
Millones de personas votaban el martes para elegir si el presidente Donald Trump o el candidato demócrata Joe Biden liderará a Estados Unidos por los próximos cuatro años, poniendo fin de una campaña electoral amarga y polarizadora marcada por las acusaciones mutuas y la pandemia de coronavirus.
Los precios del petróleo cayeron el viernes y registraron una segunda baja mensual consecutiva, ya que el alza de casos de COVID-19 en Europa y Estados Unidos aumentó las preocupaciones sobre el consumo de combustible.
“El aumento de la producción de petróleo llevó a una inesperada acumulación de crudo, y dados los confinamientos adicionales que estamos viendo en Europa, son más malas noticias para el mercado del petróleo”, dijo Andy Lipow, presidente de la consultora Lipow Oil Associates.
La caída del real brasileño frente al dólar ayudaron a magnificar algunas pérdidas, agregó la compañía. Petrobras dijo que, excluyendo ítems extraordinarios, habría registrado una utilidad neta de 3,200 millones de reales, superando la estimación de Refinitiv de 736 millones de reales.
El alza de precios inducida por Zeta, que el Centro Nacional de Huracanes (NHC) dijo que se debilitó a tormenta tropical el martes desde huracán el día previo, podría tener corta vida, ya que se espera que la demanda se debilite nuevamente ante el alza de casos de coronavirus.
La OPEP+, un grupo de productores que incluye a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, tiene previsto incrementar su bombeo en 2 millones de bpd en enero de 2021, tras recortar su producción en una cantidad récord más temprano en el año.
