La cámara de la industria de molienda y exportación de cereales de Argentina señaló el viernes su “profunda preocupación” por la intención del Gobierno de tomar el control de la empresa Vicentin, una de las principales trituradoras de soja del país y un jugador clave en las exportaciones agrícolas.
Argentina está buscando ubicar más de su cebada en el mercado cervecero de China, en momentos en que la principal economía asiática mantiene una disputa comercial con Australia, su tradicional proveedor del cereal, dijeron representantes del sector agroexportador argentino.
"La energía, en el sentido más amplio, fue la principal víctima" de la crisis, según el reporte. "La caída del precio del gas natural fue tan espectacular como la del petróleo, y, siguiendo la estela, el carbón, pese a la resiliencia de las importaciones chinas", señala la 34ª edición del informe.
Argentina es un exportador mundial líder del cereal y, según la entidad, los agricultores del país impulsaron un avance intersemanal de 16,6 puntos porcentuales en la siembra de los 6,8 millones de hectáreas que prevé para el cultivo, cuya implantación está completa en un 30%.
Una serie de ventas de soja de Estados Unidos esta semana alivió preocupaciones sobre la demanda para exportaciones después de que, según reportes, Pekín habría dicho a los importadores que frenaran las compras, tras una disputa sobre una nueva ley de seguridad para Hong Kong.
“A la fecha se registra un adelanto interanual de 5,7 puntos porcentuales, debido al intento de los productores por aprovechar la humedad superficial de los cuadros y lograr una buena implantación del cereal”, dijo la BCBA en su reporte semanal de cultivos.
La decisión de China de castigar con aranceles a la cebada de Australia ha sumido a los agricultores en la incertidumbre y supondrá una pérdida de beneficios por valor de 500 millones de dólares australianos 300 millones de euros.
Los futuros del trigo en Estados Unidos cayeron el viernes y registraron su mayor descenso semanal en un mes, arrastrados por el aumento de las existencias mundiales y la mejora de las perspectivas de cosechas en Europa.
Los futuros de soja de Chicago subieron el viernes por segunda sesión consecutiva a un máximo de tres semanas, ya que compras chinas apuntalaron los precios y los operadores cuadraron posiciones antes del informe de oferta y demanda agrícola que se publicará el próximo martes.
Los precios de los futuros de granos y de soja de Estados Unidos repuntaron el jueves por nuevas compras de maíz y soja por parte de China y porque expectativas de temperaturas bajo cero en todo el país alimentaron la preocupación de que algunos cultivos vulnerables puedan sufrir daños.
La cosecha de trigo de Argentina del ciclo 2020/21 alcanzaría una producción récord de 21 millones de toneladas, por encima de los 18,8 millones recolectados en el ciclo previo, dijo el martes la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en lo que es su primera estimación de producción para el cereal.
La recolección de la soja 2019/20 de Argentina avanzó principalmente en regiones productoras del norte del país en la última semana, donde las precipitaciones recientes no fueron lo suficientemente intensas como para detener las tareas rurales, dijo el jueves la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercer proveedor mundial de maíz, y la trilla de los dos principales cultivos del país sudamericano avanzó sin dificultades en las últimas semanas gracias a un clima mayormente seco durante abril.
Los futuros de maíz y soja de Estados Unidos cayeron el viernes después de tres días consecutivos de alzas, porque los inversores limitaron riesgos debido a la incertidumbre sobre el futuro de la demanda por la pandemia mundial de coronavirus, dijeron los operadores.
Argentina se prepara para el primer caso de coronavirus entre los miles de trabajadores agroportuarios del país, uno de los principales proveedores mundiales de alimentos, lo que cambiaría el modo de trabajo de una industria clave de la economía local.
Los cuellos de botella que en las últimas semanas han causado demoras en los embarques agrícolas de Argentina mostraron señales de alivio el viernes, a pesar de que municipios del país continúan limitando la circulación de camiones con granos para evitar la expansión del coronavirus.
La cosecha de soja argentina sería de 49,5 millones de toneladas, desde los 52 millones estimados previamente, por los bajos rindes que se registran a medida que avanza la recolección del cultivo, que sufrió un prolongado golpe de calor durante el verano.
“Muchachos, a partir de ahora cada uno trae su plato, su cuchillo y su tenedor. Y no se comparten más los mates”. La sentencia del productor agrícola Javier Domínguez debe haber resonado con fuerza entre los empleados de su granja ubicada en Luján, en la provincia de Buenos Aires...
Los envíos de soja a las plantas de procesamiento de Argentina se han reducido a la mitad y continúan bajando, dijo la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el viernes, debido a que diversas ciudades restringen el paso de camiones con granos por temor al coronavirus, pese a una orden del Gobierno.
La preocupación por la seguridad de la alimentación mundial va en aumento, ya que alrededor de una quinta parte de la población mundial ya está confinada para luchar contra la creciente pandemia de coronavirus que ha infectado a más de 470,000 personas en 200 países y matado a unas 21,000.
