Las acciones rebotaban el viernes en Wall Street, recuperándose de una fuerte caída el día anterior, gracias a un positivo dato de empleo en Estados Unidos que se sumó al optimismo por las negociaciones comerciales propuestas entre Washington y Pekín para la próxima semana.
Jerome Powell tuvo un primer año lleno de baches como presidente de la Reserva Federal cuando se trató de hablar de política monetaria, a ratos asustando y reconfortando a los inversores incluso cuando los datos económicos ofrecieron señales cada vez más dispares.
El rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos caía el jueves, en una jornada en la que el fuerte avance de las acciones de la víspera perdía impulso, lo que reactivó la demanda de activos de bajo riesgo como la deuda gubernamental estadounidense.
Del desastre a la euforia. Wall Street vivió este miércoles un día de infarto. La Bolsa volvió de Navidad con energías renovadas, esquivó las garras del mercado bajista tras el batacazo de Nochebuena y registró una subida de récord.
El trabajo del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, no corre peligro, dijo el miércoles el asesor económico de la Casa Blanca Kevin Hassett, a pesar de las repetidas críticas del presidente Donald Trump contra el banco central y su jefe por subir las tasas de interés.
“Están subiendo las tasas de interés demasiado rápidamente porque creen que la economía está muy bien. Pero yo creo que lo entenderán muy pronto”, dijo Trump a medios en el Salón Oval refiriéndose a los integrantes del banco central estadounidense.
A la peor Navidad de la Historia para las acciones bursátiles en Wall Street, se agregó el derrumbe de la Bolsa de Tokio, contagiada por la incertidumbre estadounidense, que sufrió una caída de más del 5% en el índice de referencia Nikkei.
Las Bolsas mundiales se tiñeron de rojo en la víspera de la Navidad, arrastradas por Wall Street, que vivió la peor Nochebuena de su historia, víctima de las incertidumbres políticas y económicas en Estados Unidos como consecuencia de las críticas de Donald Trump a la Reserva Federal.
Los precios de las acciones sufrieron el lunes una fuerte caída luego que el presidente Donald Trump criticara a la Reserva Federal por aumentar las tasas de interés.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años cayeron el lunes a mínimos en ocho años porque los inversores, inquietos ante el derrumbe del mercado bursátil y nuevas alzas de las tasas de interés, decidieron resguardar su dinero en la más segura deuda soberana.
El director de presupuesto y jefe de Gabinete del presidente Donald Trump afirmó el domingo que la paralización parcial del Gobierno federal podría extenderse hasta el 3 de enero, cuando comience a operar el nuevo Congreso y los demócratas tomen el control de la Cámara de Representantes.
Las acciones cayeron nuevamente el lunes, en medio de preocupaciones sobre una desaceleración del crecimiento económico, la paralización de las operaciones del gobierno y reportes de que Trump ha discutido despedir al presidente de la Fed, Jerome Powell.
Los inversores, que también enfrentan la posibilidad de una prolongada paralización del gobierno federal de Estados Unidos, buscaron la relativa seguridad de los bonos del Tesoro y del oro durante el primer día de una semana abreviada por las fiestas de Navidad.
Los asesores del presidente Donald Trump discutieron en los últimos días organizar una reunión entre él y el jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, en las próximas semanas, reportó el domingo el Wall Street Journal, citando una fuente.
Las monedas de América Latina podrían negociarse con pequeñas bajas durante una semana más corta por los feriados de Navidad, en medio de la volatilidad de los mercados bursátiles que ha llevado a los inversores a abandonar activos de riesgo.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, llamó el domingo a los principales banqueros estadounidenses en medio de una fuerte caída en Wall Street e hizo planes para convocar a un grupo de funcionarios conocido como el “Equipo de Protección Plunge”.
L próxima crisis será peor porque las autoridades financieras básicamente "barrieron los problemas bajo la alfombra". Al fin y al cabo, la nueva economía no podrá hacer frente a unos índices de interés más altos después de décadas de "política de dinero fácil".
Los motivos de esta caída tan estrepitosa podrían explicarse por el temor de los inversores al cierre del Gobierno estadounidense en un contexto de guerra comercial —ya son nueve meses— con China y la falta de un acuerdo para los presupuestos del país a cuenta del muro con México.
“No tomamos la decisión de cambiar la normalización del balance en este momento, pero (...) entraremos en el nuevo año con los ojos bien abiertos, dispuestos a leer los datos y escuchar, volver a evaluar nuestra perspectiva económica y tomar las decisiones de política correctas”.
El banco central de China dejó sin cambios el jueves sus tasas de endeudamiento a corto plazo, optando por no seguir los pasos de la Reserva Federal de Estados Unidos, que elevó su tasa de referencia el día previo.
